PROCESO PRODUCTIVO

Extrusión

El proceso de extrusión consiste en hacer pasar por medio de alta presión, un lingote de aluminio precalentado a través de los orificios de un molde o matriz, transformándolo en un tramo largo de sección uniforme. Con el resultado de este proceso se obtiene el perfil del aluminio que conlleve la configuración propia del diseño requerido por el mercado. El proceso se efectúa a una temperatura de 450 o 500 grados centígrados. 

La extrusión nos provee las secciones transversales sólidas o huecas con dimensiones previamente establecidas, que en otros metales será imposible de obtener sin recurrir al ensamble de varias piezas.

 Habitualmente el aluminio se extruye en caliente para aumentar la plasticidad del metal y facilitar el proceso.

Temple 

Aunque la resistencia original del material puede aumentarse al agregar ciertos elementos, las propiedades mecánicas de la aleación, con excepción de algunas aleaciones para fundición, no dependen sólo de su composición o aleación. Al igual que los otros metales, el aluminio y sus aleaciones se endurecen y aumentan su resistencia cuando se trabaja en frío. Además, algunas de las aleaciones de aluminio tienen la valiosa característica de responder al tratamiento térmico, adquiriendo resistencias mayores que las que pueden obtenerse solo como resultado del endurecimiento de trabajo. 

El temple “T” se clasifica según el grado de endurecimiento del material, así: 

T1: Enfriamiento y envejecimiento natural. 

T2: Reconocimiento. Propio de la aleación en fundición. 

T3: Tratados térmicamente en solución y trabajados en frío. 

T4: Tratados térmicamente en solución. 

T5: Tratados únicamente con envejecimiento artificial. 

T6: Tratados térmicamente en solución y envejecimiento artificial.